Arquitecto: Diego Ortúzar + Eduardo Labra
Constructor: Jorge Rojas + Francisco Saldías
Año proyecto: 2014
Superficie: 450 m2
Ubicación: Las Condes, Santiago RM
Programa: Centro Dental
Materiales: Hormigón visto, acero, vidrio
Fotografías: Amelia Ortúzar
Proyecto: Remodelación [diseño + supervisión obra]
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El encargo consiste en la transformación de una casa existente a un centro dental familiar. El sector donde se emplaza el proyecto está sufriendo un marcado cambio de destino, pasando de ser una zona residencial a una comercial, con todo lo que eso implica. La normativa, en cambio, promueve la conservación de las edificaciones existentes, independiente de su nuevo uso comercial, lo cual dificulta la renovación arquitectónica del barrio y da como resultado, muchas veces, lo que llamamos “Casas Cartel”; antiguas casas a las que se les monta un cartel por delante para anunciar su nuevo uso comercial.
A diferencia de lo que indica la normativa, se identifican como valores a conservar de la identidad del barrio la relación de las edificaciones con el ancho perfil de la calle (40mts), que entrega una amplia vereda peatonal y una distancia de la calle donde los árboles y la naturaleza configuran una fachada natural.
Para promover y reconocer esta distancia entre las edificaciones y la calle, el proyecto propone una plaza de acceso que actúa como un buffer, generando una fachada con condición de lugar, no de cartel. Un espacio habitable, más que un artefacto publicitario.
Para cumplir con la normativa, se mantiene la silueta, la volumetría y la viga frontal que definen el perímetro hacia la calle de la casa existente. La ampliación se realiza en el interior del sitio, detrás de esta silueta original conservada. En el segundo piso se construye un volumen de vidrio translucido que refleja los árboles y entrega identidad al edificio.
El programa se distribuye en la edificación con la premisa de entregar luz natural y vistas a todas las salas de atención de pacientes (boxes) y a la sala de espera. La primera planta se organiza entonces en torno a un vacío central, una especie de túnel entre dos patios donde se configura la sala de espera. En el centro, donde no llega luz, se ubican los servicios y la sala de rayos X. Todo el resto del programa se distribuye en el perímetro con el exterior, abriendo vanos hacia los patios de luz circundantes.
El segundo nivel se configura de manera similar, con un hall de circulación central que distribuye el programa administrativo del centro dental en dos áreas perimetrales.
Al final del día, el edificio logra desde las operaciones arquitectónicas, al mismo tiempo cumplir con una normativa conservadora y generar una propuesta diferente pero sensible a los verdaderos temas de identidad del barrio, relacionados más al recorrido y la vegetación que a formas preconcebidas y en desuso.